jueves, 22 de enero de 2015

Responsabilidad, Culpa, Libertad y Sufrimiento

Esta ahora muy de moda escribir, decir, convencer a la gente de que si algo le pasa es por que se deja  y que él es el único responsable de lo que le sucede en la vida. Que cada uno es dueño de su destino, que tiene las herramientas para poder triunfar en la vida y puede conseguir lo que se proponga. Este tipo de argumentaciones ponen todo el peso del sufrimiento o de la felicidad en uno mismo.

Tengo tendencia a cuestionármelo todo y creo que este tipo de argumentaciones bienintencionadas juegan con algunos conceptos como los de responsabilidad, culpa y libertad de una manera algo perversa y cuando se radicalizan no resultan ni prácticos ni realistas y nos hacen sufrir todavía mas.



Pongamos un ejemplo


Me gusta poner ejemplos. Estoy cansada de leer posts largos y aburridos que no se materializan en lo concreto.

Ahora mismo pienso en un niño que esta jugando con su muñeca. Veo a su madre que le dice que si le tira mucho del pelo a la muñeca se romperá. Veo que el niño no le hace ni caso y sigue hasta que la muñeca se rompe. ¿Que hace su madre, o su padre, o su abuela?. La madre puede que le agarre de un brazo de mala manera o puede que le de un azote. Puede simplemente que coja esa muñeca y como esta rota la tire a la papelera. Puede que la meta n una bolsa para pensar mas adelante que hacer con ella, si se puede arreglar o que.

Distingue bien consecuencia de castigo.

Cuando algo te suceda párate a analizar minuciosamente la situación y el origen de cada uno de los hechos. En el caso anterior lo mas sencillo (simplista diría yo) es pensar, "lo que sea que le pase se lo ha ganado porque su madre ya le aviso". Sin embargo vemos que su madre tiene posibilidad de respuesta múltiples ante la respuesta del niño. La única responsabilidad del niño tiene relación con el juguete. Es decir la única consecuencia directa de la conducta del niño es que la muñeca se ha roto porque no la ha cuidado. A partir de ahí lo que la madre haga no es responsabilidad del niño sino de la madre. Distingamos consecuencia de castigo.

No somos tan libres.

Cada uno es responsable de sus actos y de las consecuencias que de ellos se deriven. La reacción de los otros a estos actos ya no es nuestra responsabilidad. Esto enlaza con el concepto de libertad. ¿Somos libres de actuar? ¿Somos capaces de definir por completo todo lo que nos sucede?. Pues en realidad NO. Es cierto que no estamos atados de manos y que probablemente nuestras posibilidades de conducta ante unos hechos son múltiples y que en parte podemos favorecer, por ejemplo, unas relaciones más satisfactorias con el entorno pero lo cierto es que a partir del momento que nuestra libertad interactúa y que nuestra vida se nutre de las acciones de otros dejamos de ser libres.

Siempre se puede hacer algo para mejorar.

La parte positiva de la vida es la que está en nuestra mano. Cuando algo sucede es importante ser consciente de que parte del todo depende realmente de nosotros y cuando algo malo nos suceda el primer paso debería ser pararse a reflexionar qué hecho concreto es el que realmente se deriva directamente de nuestra conducta y desprendernos de la culpa.

Distingue culpa de responsabilidad.

La culpa es inútil. La culpa dice eres mala persona. La responsabilidad es útil. La responsabilidad dice esto es lo que ha pasado después e lo que tu hiciste. Sentirse mal no sirve de nada solo nos hace sufrir. En vez de eso deberíamos preguntarnos ¿Cómo están las cosas? ¿Que puedo hacer yo para solucionarlo? ¿Que puedo hacer yo para mejorar? ¿Que puedo hacer yo para reparar el daño? y, lo más importante, ¿Que puedo hacer yo para que algo que produce daño no vuelva a suceder? Independientemente del origen de la conducta y la responsabilidad de la misma todos los agentes implicados en una situación pueden hacer algo para cambiarla, mejorarla o evitar que se prolongue pero también, cambiar una circunstancia en la que existen varias personas implicadas muy probablemente requiera de la implicación y voluntad de todos los que participan y actúan en ella.

Pensemos, por ejemplo, en una discusión de pareja. Pero por favor centremonos solo en los hechos. Alguien hace  algo que  molesta a la otra persona. El segundo en discordia se muestra enojado y grita. Vamos a congelar la escena en este momento y a pensar en lo que ha hecho cada uno de ellos y en cuales serian las posibilidades si cada uno de ellos se parara a pensar no tanto en quien tiene la culpa sino en que pueden hacer (o dejar de hacer) para solucionarlo, reparar el daño o evitar que vuelva a suceder. Puede que uno de ellos se pare a hacerlo pero si no lo hacen los dos lo mas probable es que la situación se prolongue o se repita.

La responsabilidad del sufrimiento

Una de las cosas de las que estoy más convencida es que nuestros sentimientos dependen en gran medida de nosotros mismos. Constantemente podemos ver como ante situaciones y hechos muy similares hay personas que sufren más que otras e incluso ante hechos neutros hay personas que disfrutan y otras que sufren. Esto nos puede hacer pensar que el origen del sufrimiento está en uno mismo. Pero ¡¡Alto!!. El origen del sufrimiento estará en uno mismo pero el origen del"HECHO" que ha originado el sufrimiento puede que no sea uno mismo. Si no queremos sufrimiento en primer lugar lo que tenemos que hacer es cambiar o eliminar el hecho o situación que origina el sufrimiento o alejarnos de aquella persona que lo origina y, después de producido el hecho, entonces si no se puede cambiar o evitar, entonces es cuando tenemos la opción de dejar que nos afecte en menor o mayor medida.

Cuantas veces hemos oído eso de "si se enfada es porque quiere". Perdona. Te acabas de saltar un semáforo en rojo y casi atropellas a mi hijo de dos años y ¿dices que si me enfado es porque quiero?. Perdona. Me acabas de decir que me vas a subir los impuestos y ¿dices que si me enfado es porque quiero?. Perdona, aquello que te compré no funciona bien y ¿dices que si me enfado es  porque quiero?. Si. Me enfado porque quiero pero si tu no hubieras hecho ESO yo no me habría enfadado. Otra cosa será lo que yo haga para que la situación se solucione o que decida prolongar mi enfado más allá de lo meramente útil. Pero el hecho está ahí y puede ser valorado objetivamente valorado como un hecho de consecuencias deseables o indeseables para mi.

En conclusión

Si estás sufriendo en este momento quiero decirte una cosa muy importante. Tu dolor es legítimo. Tienes derecho a sufrir igual que tienes derecho a ser feliz. Puedes prolongar esse sufrimiento o puedes intentar hacer algo para superarlo. Si ese sufrimiento deriva de un hecho, situación o relación en la que estás implicado pregúntate qué parte se deriva directamente de tu conducta y cual no te concierne y qué puedes hacer para sentirte mejor y entonces actúa. Ten en cuenta que si en la situación hay varias personas implicadas aunque hagas algo por cambiarlo puede que no funcione y tengas que actuar de otra manera.

La buena noticia es que siempre hay más cosas que pueden hacerse y la mejor de todas que la capacidad creativa del ser humano es ilimitada y por tanto existen infinitas posiblidades de actuación. No dejes nunca de pensar que algo puede mejorar porque sin duda puede hacerlo,  pero recuerda tambien que tu vida no depende solo de ti, solo de lo que tu hagas, porque esto hará que estés preparado ante la adversidad, ante lo que pueda venir, aquello que tu no puedes controlar porque depende de otros.

Despréndete de la culpa inutil, valora el hecho, actua y ten fe en ti mismo, en los demás y en la vida.

Todo saldrá bien.


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