Inseguridades
Esto dura lo que un viaje de autobús. Casi como la vida.
Hoy me he sentado dos minutos al lado de una persona y le he preguntado qué le pasaba porque estaba pensativo. Esta en sus plenas facultades mentales y me ha dicho que ya no le quedaba nada (de vida) y me temo que es cierto, aunque quien sabe. Yo no sé.
Todos tenemos un agujero negro en nuestro interior y a veces nos engulle. A mi me engulle el no saber. Tengo tantas preguntas y para cada pregunta encuentro tantas posibles respuestas que me cuesta escoger la mía.
Quizá por eso cuando topo con vuestro agujero negro, ese que queréis tapar pero que quien os envidia destapa constantemente sin compasión, me vuelvo mas comprensiva y humana.
Porque tantas veces me han dicho cómo han de ser y comportarse las personas de bien. Tantas veces que las cosas se hacen así y luego no se ha dado ejemplo. Tantas decepciones y promesas incumplidas. Tantas suposiciones que la vida y las personas me han desmontado.
Que os confieso que ya no sé, no sé apenas nada. Quien soy yo para juzgar, tampoco lo se. A veces me creo alguien, otras nadie. Algo seré. Pero para juzgarte no.
Ya no creo en lo bueno y en lo malo. Solo en lo que me hace feliz y en quien me hace feliz. En quien me demuestra que me quiere, que eso creo que lo sé, aunque también me engaño a veces.
Porque pueden venir y decirte que eso no es amor o creer que si y luego no. Porque hay personas tan seguras que hasta en lo que sientes y su nombre se tienen que meter y ya no sabes si estás llamando mal o bien a las cosas.
Escrito está en lo que dura un viaje de autobús. Que no es nada o es todo lo que dura una vida. Ahora dime que miento y que tu estás en posesión de la verdad.
Quien sabe. ¿Tu? ¿Yo?
No
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