miércoles, 11 de julio de 2018

SIN DOBLEZ

Hay personas que confunden ir desnuda con ser mendiga. Hay quien cree que todos los que van descalzos es porque no pueden tener zapatos.

No entienden que a algunas personas simplemente nos gusta notar los abrazos aunque a cambio tengamos que soportar sus miradas enjuiciadoras y sus caras de lástima.

No entienden que no pretendemos mirar por encima de nadie y que nos encanta sentir el suelo en la planta de nuestros pies. Queremos quemarnos y mojarnos aunque a veces nos pinchemos o cortemos y que lijamos nuestras durezas para notar de nuevo la vida bajo los pies, que no es esa vida que anda sobre unos tacones. Esa es una vida fingida.

Hay personas que creen que saben mucho y son las que menos saben. Puede que sepan de si mismas pero no saben nada de los demás. A esas personas les escucharás hablar de ti sin saber nada de nada. Te darán consejos no solicitados sin saber tu situación. Ignoralas por completo y ten compasión de su soberana estupidez. No te pongas a su nivel, un nivel muy bajo.

He tomado la determinación de no intentar agradar a nadie. De no utilizar ni un minuto de mi tiempo con personasque no me hacen sentir querida o valorada. He decidido no quedar bien ni un segundo más.

He decidido que mi marca sea una marca auténtica e irreemplazable. La que conocen todas esas personas que me ven dia dia lidiando con situaciones complicadas siendo amable y alegre sin ser sumisa, siendo  delicada con los sentimientos de los otros dando el alto a los abusos diarios, tan mínimos que parecen tonterias pero que son faltas de respeto como catedrales.

¿Quieres ganar mi corazón?. Pues es muy sencillo. Trátame como me merezco y se honesto conmigo.

No espero que me quieras. Tampoco espero que apruebes lo que hago o lo que digo en todo momento. No me juzgues sin ponerte antes en mi piel. Solo eso. Porque, piensalo, no me conoces apenas. Y aunque el agua del mar sea transparente tu vista nunca llegará a alcanzar toda la vida de las profundidades.

Vivo cada dia con todas vuestras miradas y algunas duelen porque hablan mal de mi. Pero ya cada vez me duelen menos porque se que las miradas hablan de una verdad que no es la mia. Lo que tu pienses de mi es tu verdad que puede o no coincidir con la mia.

Hay otras miradas y son la mayoría. Miradas que hablan de amor (que no lástima). Miradas alegres y sinceras de personas maravillosas que me encuentro en el camino.

Son mayoría, son ejercito, mi ejécito. El ejercito de los mios. De los que aman vivir la vida a pelo y abrazar lo que venga sin necesidad de proclamar a gritos nuestra grandeza una y otra vez.

Porque no necesito que nadie me compre ni venderme.

Yo me regalo a los que me aman.

Pero sólo a los que me aman, NO LO OLVIDES.

Ellos son los que mejor me pagan. Saben que mi marca es auténtica y no es una copia.

Hay tantas personas que me dan tanto.

Cuando tu lástima me mira sus miradas me acompañan y se me escapa una sonrisa.

Que no es para ti, por supuesto, es toda mia.



Escrito por : Delfina Garcia Pastor

Este post se publicó por vez primera en julio de 2017 en mi cuenta de Facebook

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