Me siento viva cada día que sonrío y cada día que ando. Coger a mi hija de la mano hace palpitar mi corazón. Pedir perdón a quien ofendí es vencer un obstáculo y superarme a mi misma. Porque si amo a alguien me atrevo a decirle que le quiero. Me atrevo a apartarme de las personas que me hieren con sus palabras y sus hechos. Me atrevo a decir que No a aquellos que intentan abusar de mi confianza. Me atrevo a acercarme a alguien que esta triste y preguntarle qué le sucede y me atrevo a escuchar lo que sea que tenga que decirme. Me atrevo a besar a quien me apetece si me deja y a abrazar fuerte a quien se deja abrazar. Me atrevo a hablar con otras personas que no conozco en la parada del autobús y en la del metro. Me atrevo a ser amable con los que no son amables y a sonreírles.
Me atrevo a sentarme a hablar cuando es necesario. Me atrevo a decirte que no coincido con tu idea. Me atrevo a pensar en lo impensable y en lo subversivo. Me atrevo a levantarme cada mañana aunque no tenga ganas. Me atrevo a ir sin maquillaje y a llevar minifalda cuando me apetece. Me atrevo a mirarte a los ojos aunque no te conozca. Me atrevo a gritar de alegría y me atrevo a estar en silencio a tu lado. Principalmente me atrevo a sentirme libre, a ser yo misma cada día, y me atrevo a no sentirme culpable por ello.
Porque cada día soy Valiente mil veces cuando el miedo podría inundar mi vida. Muchas veces la inunda y sin embargo continúo. Pienso en todo lo que podría ganar si hoy al dar el paso por fin resultara eso que tanto soñé. ¿Podria equivocarme? ¿Podría salir mal? ¿Podria herir a alguien? o ¿Podrian herirme a mi?. Es posible pero también podría ganar ganar mucho, seguramente podría ganar mi felicidad y eso sí sería una gran Marca.
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